Uno de ellos dijo: "¿Dónde estamos que no se ir a mi casa?" Los demás dijeron que tampoco sabían volver. Dijo uno: "Vamos por allí, es un alto y podemos ver todo."
Llegaron a una explanada y vieron que estaba lleno de árboles alrededor.
Al de una hora los cuatro mineros ya estaban con sus familias y fueron felices y comieron perdices.
Borja.
2 comentarios:
Desde aquí seguir animandote para que escribas cuentos, desde estas líneas te propongo el reto de escribir alguno en euskera.
Un saludo, de parte de un profesor del colegio.
Muchas gracias por el comentario. Borja
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